La campaña citrícola está a punto de comenzar. Los almacenes se ponen a punto para una frenética actividad que concluirá más allá de la primavera. ¿Esperanzas? Todas. Muchas son las familias que aún cuentan con una buena parte de su renta basada en el resultado de la venta de su naranja. Nada que ver con antaño, pero no me resisto a creer que aún podría representar una bocanada de oxígeno para las economías más maltrechas.
Un año más, miraremos a los mercados -¿quiénes son y dónde están?- para justificar oscilaciones de precios en el campo y liquidaciones ridículas. Y tal vez sea así. Sin embargo, ansío asistir a una campaña donde el productor vuelva a ver su fruta como un valor y no como un problema que quitarse de encima.
Para que eso sea posible, es necesaria la intervención de la Administración, pero no para controlar el maldito mercado, sino para establecer una reglas del juego justas donde los beneficios no se los lleven siempre los mismos… después de patalear al agricultor.
Saludos Javier. Te envío el resultado de la reunión por todo lo alto del presidente de la Diputación, respecto al pedrisco caído el 21-6-13. Este comentario lo he enviado al alcade de Nules Mario Garcia y a la Diputación,poca gracia les hace a los citricultores con la que está cayendo que encima les engañen.
Dice así: “El presidente de la Diputación, (Prensadiputación en Destacado, 26-06-2013)impulsa y lidera una reunión con la Generalitat, de los municipios afectados y manifiesta: “Hemos impulsado esta reunión de trabajo para aproximar al máximo el grado de conocimiento de las granizadas sobre los campos de cítricos de la Plana Baixa…/…entendíamos que las administraciones deberíamos ir de la mano de forma conjunta para resolver rápidamente y eficientemente estos problemas” Una reunión de alto nivel con los alcaldes de los municipios afectados, el diputado de Desarrollo Rural, Domingo Giner y el director general de Producción Agraria y Ganadería, José Miguel Ferrer. Entre las medidas acordadas figuran:
a) Instar a las compañías aseguradoras a que realicen las tasaciones de valoración de los daños de forma inmediata.
b) Se estudiará que la Generalitat pueda colaborar aportando parte de productos cicatrizantes.
c) Trasladará la problemática al Ministerio para evaluar la rebaja de la presión fiscal.
d) Se trabajara para intentar que en un futuro todas estas condiciones climáticas estén cubiertas bajo una póliza de seguros.
Ni rápida ni eficiente. De las cuatro medidas acordadas vemos que:
a) Las compañías aseguradoras cuando puede haber desprendimiento de frutos aceleran al máximo las visitas a las zonas afectadas, a fin de realizar una primera tasación de daños de cantidad, esto lo saben los citricultores de hace años, sin que exista para ello ninguna presión exterior. La propuesta de la reunión de la Diputación, no reviste mayor importancia, salvo cubrir el expediente.
b) Se desconoce que tipo de colaboración ha aportado la Generalitat en productos cicatrizantes, y si la ha habido, se ha ninguneado la información. Por otra parte, porque salvo tratamientos fitosanitarios con fungicidas, pocas cosas más se pueden hacer.
c) El traslado de la problemática al Ministerio, ya ha recibido respuesta: No hay ninguna medida excepcional de rebaja de impuestos.
d) Aumentar las subvenciones para disminuir el coste de la contratación del seguro para que todas las condiciones climáticas estén cubiertas por una póliza de seguros, es lo contrario de la política sobre seguros que se está siguiendo actualmente, con un aumento de entre el 50% y el 100% de mayores gastos para el bolsillo de los citricultores.
Rastreando en las hemerotecas, no encontramos ninguna referencia que muestre quejas de la Diputación, cuando el Ministerio redujo las subvenciones, lo que equivalía a aumentar los costes de contratación.
¿Para que sirvió, esta reunión promovida por la Diputación?
La reunión convocada por el presiente de la Diputación, no ha servido mas que para testimoniar la función propagandística de este acto.
Si a esto añadimos que hay zonas rurales, en las que ayuntamientos como el de Almazora por “decreto municipal” y supuestamente dentro de la ilegalidad de facto según la sentencia del TS sobre la no aplicación de IBI urbano a terrenos no urbanizados ( http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/06/27/catalunya/1403904645_049771.html ) y al cobro de Plusvalias Municipales sobre valores catastrales hinchados por la burbuja inmobiliaria, debemos de decir que las autoridades pertinentes no les interesa sino recaudar y no ayudar al maltrecho agricultor.
Sin duda en el articulo he encontrado unos buenos consejos. Gracias